Humilde y honrada fue nuestra cuna
Con cariño, olor a leña, y hogaza
Noches de fresco con techo de luna
Ricos pucheros de gachas y caza.
Inviernos crueles, muy largos, que duros
Cuánto costaba ganar el jornal
Padre siempre percibía unos duros
Obrero nato, fuerte pedernal.
Madre se quitaba el pan de su boca
Hasta su alma reía al vernos sanos
Hacíamos piña, una gran familia.
¡Difícil y armonizada, dulce época!
Cuánto amábamos a nuestros ancianos
Escuela del saber, sal y tertulia…
Victoriana,me emocionaste con tu poema.Tiene la claridad del cielo en primavera y el calor del fuego en estos días crudos de invierno.
ResponderEliminarAsi eres,agradecida,templada,apasionada y auténtica siempre.
Te dejo mi felicitación y mi abrazo grande y un poco dolorido,porque me torcí el pie esta mañana andando.Trataré de estar bien en unos días,mi padre me espera.
Cuídate mucho y abrígate,seguirá el frío.
M.Jesús
Visctoriana, bien alto para que nos enteremos que con poco jornal y mucho cariño los recuerdos de las infancia son dulces si hay ambiente de paz en las casas
ResponderEliminarUn fuerte abrazo!
Ay, Victoriana; qué bonito "Noches de fresco con techo de luna" bellísima metáfora que me ha hecho
ResponderEliminarrecordar mis noches infantiles llenas de magia.
Tus versos rezuman autenticidad, amiga.
Besos. María
Hola VICTORIANA,
ResponderEliminarque lindo poema, como siento tb esos momentos de mi infancia con lo que dices.
Te felicito tb
Un beso
Me alegro de visitarte Victoriana, ya veo que eres amiga y paisana de Majecarmu, gracias por tu visita en mi blog, espero seguir en contacto contigo.
ResponderEliminarUn abrazo fuerte desde mi Librillo.
Ya sabes que estos temas, la mirada hacia el ayer con el amor de quienes hoy tal vez ya no nos acompañan.....son unos de mis temas favoritos.
ResponderEliminarMientras leía,te aseguro que, de alguna forma, lo vivía. Un beso para tí.
Hermosos recuerdos de la infancia llenos del sentimiento más puro. Demuestran la generosidad de tu corazón.
ResponderEliminarGracias por compartirlos.
Un beso
¡Hola Victoriana!
ResponderEliminarNo has necitado de textos largos,ni palabras adornadas para mostrarnos y vivenciar tu infancia.
En un poema de versos cortos con toda la ternura,buena memoria y autencidad nos pintas como eran esos días.
Poca paga,duro trabajo,mucho amor.
Y algo fundamental,el respeto a nuestros ancianos.
Valorar y respetar.
Muy bueno,como lo son también todos tus acrósticos.
Por cierto no es tarea fácil hacerlos.
Fue un placer visitar tus retazos de vida.
Te dejo un abrazo y la mejor sonrisa de este hombre puramente sentimental
Bellos y melancólicos versos.
ResponderEliminarAntes era todo tan diferente que parecía otra vida.
Eramos mas pobres pero mas unidos también.
Un abrazo
Hola, un gusto!... dicen (y lo comparto)que si una ha tenido una infancia con amor -más allá de las inclemencias de cualquier indole- tiene amor para toda la vida y ese amor en la raíz nos permite sobrevivir a las durezas de la vida. Hermoso poema que llega al alma sin recovecos ni aspavientos.
ResponderEliminarMi saludo fraterno desde el confín austral!